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Las industrias de suplementos de calcio y productos lácteos han sido tan eficaces en ofrecernos un ‘remedio’ para la osteoporosis que creemos que podemos reducir la complejidad de la fisiología ósea a una fórmula tan sencilla como tomar comprimidos de calcio. Pero son muchos los factores que influyen en los huesos, y los alimentos diarios y las opciones respecto al ejercicio influyen profundamente en la salud de los huesos. La cafeína, el alcohol, los refrescos de cola, la cerveza sin alcohol (estos últimos con colorantes y fósforo que obstaculizan el metabolismo del calcio) y el tabaco también tienen un efecto negativo en la salud de los huesos y contribuyen a la aparición de la osteoporosis. Si mejoramos nuestro estilo de vida a todos los niveles, nuestros huesos pueden
permanecer sanos con relativamente menos cantidad de calcio, con tal de que hagamos ejercicio, dejemos de consumir alimentos refinados y azúcar y nos expongamos al sol por la vitamina D.
La depresión contribuye también de modo importante en la osteoporosis, porque los elevados niveles de adrenalina y cortisol producidos por las glándulas suprarrenales de las personas deprimidas pueden aumentar la pérdida de calcio por la orina e incrementar también las fracturas de huesos.
Hay mucho más que calcio en la composición de los huesos. El magnesio escasea mucho más en nuestra dieta que el calcio, debido a la mala elección de los alimentos (cereales refinados y poca verdura de hoja verde), el agotamiento de la tierra por la erosión, y el excesivo uso de fertilizantes químicos en lugar de métodos de cultivo orgánicos o biológicos. Deberíamos enriquecer nuestra alimentación con alimentos ricos en magnesio también, no sólo de calcio, puesto que el equilibrio entre los dos es muy importante.
Alimentos ricos en calcio en la Alimentación Macrobiotica: repollo, hojas de nabo, agar-agar, alga dulce, hiziki, kombu, wakame, pescado fresco con la espina, azuki, lentejas, semillas de sésamo (en gomasio) y calabaza, melaza de arroz…
Un baño de sol de 15-30 minutos, sin crema antisolar, aporta de 300 a 350 unidades de vitamina D (lo que necesitamos diariamente como media es 350UI diarias), pero la mayoría de la gente no sale al aire libre lo suficiente, y cuando lo hacen exponen muy poca piel al sol. Exponer las manos, cara y brazos al sol de media mañana tres días a la semana aportaría vitamina D suficiente desde marzo hasta octubre.
El consumo excesivo de alimentos procesados suele ser el culpable de la insuficiencia de magnesio que es un componente del hueso y es esencial para varias reacciones bioquímicas muy importantes en la formación de los huesos. Una alimentación baja en magnesio y alta en calcio (exceso de lácteos, por ejemplo) puede contribuir a la osteoporosis. El magnesio lo encontramos en cereales integrales, algas y carnes como la de pavo.