Indice del post
Del siglo XIX al XX hubo un gran cambio, más que un cambio yo diría una revolución: la electricidad
Imaginad por un momento toda una sociedad acostumbrada a vivir, a negociar, a emprender proyectos e ideas desde la visión de un mundo sin electricidad. Todo funcionaba a ritmo de gas, de velas y de luz natural. Los biorritmos de nuestros antepasados iban más acompasados con la naturaleza que los nuestros. Todo tenía un “tempus” más lento. De pronto aparece la electricidad y ese milagroso “clic” lo cambia todo: la economía, la cotidianidad, empresas de “toda la vida” que se hunden, hábitos y profesiones que desaparecen, oportunidades que surgen y generan nuevos hábitos y nuevas profesiones….Oportunidades….
El cambio de paradigma del XIX al XX fue un choque brutal para miles, millones de personas, tanto para bien (evolución) como para mal (involución). De ese “clic” nació y creció una nueva sociedad, que ahora (nuevo cambio de siglo) vuelve a vivir otro “clic”, otro cambio de paradigma.
Y cómo en el anterior, se abren unas puertas y se cierran otras.
De la capacidad de reinventarse, de recrearse, de pasión y de locura que uno tenga, depende su calidad de vida.
Unos ven oportunidades donde otros solo ven calamidades. ¿Y qué diferencia los unos de los otros? Su grado de “locura”, su grado de seguir las pautas marcadas, su grado de “acomodación” a las normas establecidas, el famoso establishment.
Si buscas seguridad perderás la libertad. Si buscas la libertad perderás seguridad: pastilla azul o roja de Matrix.
Si buscas libertad (pasti roja) encontrarás tu libertad, la “magia” de la vida, la “locura” de la vida, la pasión de la vida. Estos tiempos son perfectos para los “locos” que nunca creyeron aquello de “para toda la vida” y se aventuraron a vivirla tal cual la sentían.
De esa “locura” han nacido empresas como: Facebook, Apple, Google, EyeOS (Pau Garcia Milà), Inspirit (Didac Lee), Casa Vet+24 (Lidia Linares) Natura Respira 3.0: Escola Europea de Respiració, y muchísimas más que por falta de espacio me es imposible citar.
Desmelénate, deja el barco que crees seguro y lánzate en busca de nuevos horizontes, explora tu “locura”, aquello que siempre quisiste hacer pero nunca te atreviste. Si el agua te llega al cuello, no te preocupes, no hay mal que por bien no venga. Quizás es tu parte sabia la que te está llevando al lugar del que nunca debiste salir: tú mismo/a.
