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Respiración Consciente
Hace pocos días me hicieron la siguiente pregunta:
«Hasta que no pruebas la respiración consciente no te das cuenta de lo importante que es respirar bien, ¿es esto cierto?
Mi respuesta fue:
«La mecánica del diafragma, es la base de una buena respiración, y para ello hay que reeducar nuestras posturas corporales. Sin esta base, la respiración no es completa. El simple hecho de reeducar nuestra postura corporal, nos permite ser conscientes de cómo nuestras emociones impactan brutalmente en nuestras posturas y en nuestro patrón respiratorio. Así que la base de una buena respiración está en nuestro diafragma. Y cuando tenemos dicha consciencia, efectivamente nos damos cuenta de los beneficios que respirar bien conlleva».
Pero vayamos por partes
Que significa respirar bien
Para mí, respirar bien significa vivir con consciencia de lo que haces y cómo lo haces y para qué lo haces.
Es decir, dejo de hacer lo que los demás esperan de mí, para hacer lo que siento debo de hacer. Este punto, ya nos pone en una gran dicotomía, porque hay mucho en juego. ¿Y te preguntarás que tiene que ver respirar bien con mis emociones?
Respuesta: Todo, porque tus emociones son las que marcan tu patrón respiratorio. Ejemplo: cuando tenemos miedo, lo primero que hacemos es cortar la respiración y acto seguido, encoger la musculatura.
Y ahora te dejo esta reflexión sobre la relación que hay entre patrón respiratorio y emociones o creencias limitantes.
Hemos aprendido, que para ser amados y aceptados, debemos ser como dicen nuestros padres que debemos de ser. Cualquier acto diferente a las órdenes familiares o escolares, reciben un castigo.
Justo aquí, empezamos a sentir que es injusto tener que dejar de hacer o ser lo que queremos, porque de lo contrario, no nos aceptarán, peor, nos castigarán.
Así, nos encontramos con que toda la educación está basada en la coacción, en el miedo que sentimos de pequeños, cuando el adulto dice: no me gusta eso que has dicho o hecho.
Y ahí, el miedo que sentimos, reacciona de dos formas: o atacamos o retrocedemos.
En ambos casos, ante ese miedo, ante ese dolor, ante esa injusticia, ese castigo desproporcionado o injustificado para nosotros, cortamos la respiración y encogemos la musculatura.
En ese preciso instante, se empieza a generar nuestra postura corporal, que con los años, se convierte en nuestro lenguaje corporal. Y ese lenguaje corporal suele ser de protección, y esa protección describe nuestra manera de respirar, de vivir.
Y en dichos gestos y posturas, se halla el lenguaje oculto de nuestros miedos y nuestro dolor.
Cuando abandonamos la Respiración consciente
Ya desde pequeños, nos olvidamos de como respirar bien, y pasamos de vivir a sobrevivir a todo ese mundo externo a nosotros que nos corta las alas, nos riñe, nos castiga, con lo que aprendemos que ese mundo, que es la familia, no nos quiere tal y como somos o pensamos.
No nos acepta, no nos entiende, no nos ve, y nos sentimos abandonados por ese mundo que forman papá y mamá.
Y con el alma encogida y el miedo en nuestras entrañas, vamos creciendo, vamos respirando como el miedo nos deja.
Es decir, respiramos poco, corto y rápido. A ver si así, el tiempo corre deprisa y crecemos y podemos marchar de ese infierno que nos niega, que nos tiene abandonados, que no nos nutre el alma.
Cuando de mayor y después de un proceso de terapia te haces consciente de todo esto, entonces es cuando tu respiración se vuelve consciente.
¿Con qué nos conecta la respiración consciente?
La correcta respiración nos conecta con la vida.
Aprender a respirar bien, es aprender a ser conscientes de cómo respiramos, y ser conscientes de cómo respiramos significa ser conscientes de nuestra historia personal, como la descrita líneas más arriba.
Lo contrario, es vivir en piloto automático, sin consciencia de por qué repetimos patrones de conducta, es decir, de por qué tropezamos siempre con la misma piedra:
-jefes, socios, amigos, parejas, hijos, que no nos valoran, no nos escuchan, no nos tienen en cuenta, no ven nuestro gran valor, no ven nuestro potencial, no ven todo nuestro poder, y claro, todo ello acaba en una deficiente respiración que refleja una mentalidad de víctima.
Y esa víctima, tiene un lenguaje postural que con los años, es el causante de problemas musculares, intestinales, óseos….
¿Y qué tiene que ver la postura corporal en la respiración consciente?
Todo, porque cada gesto, cada postura, es el resultado de una vivencia que nos marcó.
Y porque además, ese gesto o postura corporal, repercute directamente en el diafragma y éste, es el encargado de una buena respiración, una buena digestión, una buena microbiota intestinal, una buena oxigenación celular…en definitiva, una buena salud mental y corporal.
Y una buena salud mental y corporal significa alegría de vivir, entusiasmo, compañerismo, bondad, confianza en nosotras, confianza en la vida, energía, vitalidad, y éxito en lo que hacemos.
Somos felices y agradecemos lo que tenemos.
Así que volviendo al enunciado, una buena respiración consciente, se basa en una postura corporal consciente, ambos me remiten constantemente a mi presente y ambos me permiten tener claridad mental, saber qué quiero y cómo lo quiero, independientemente de si cuadra o no con lo que el entorno quiere o espera de mi.
Ejercicio de respiración consciente
Y para que entiendas mejor lo que estoy diciendo aquí te dejo un ejercicio:
Si te pones las manos en las costillas laterales, justo debajo de las axilas, te sientas en 90 grados sin apoyar tu espalda en el respaldo de la silla o sofá e inhalas y exhalas lenta, suavemente pero profundamente, notarás cómo éstas se mueven imitando un acordeón, al inhalar se ensanchan, al exhalar retroceden a su lugar de partida.
Esa magnífica maniobra permite que la bomba diafragmática descienda como un émbolo arrastrando todos los órganos que hay debajo de ella y al no poder caer encima del suelo pélvico (por el tono que la postura de 90 grados ejerce sobre la faja abdominal), la sangre que se queda entre los recovecos de los pliegues intestinales, sale disparada con fuerza hacia la vena cava, el corazón, los pulmones y, como no, al riego sanguíneo y directo al cerebro.
Sangre altamente oxigenada que nutre todo nuestro organismo, llenándonos de fuerza, de vitalidad, de entusiasmo, de alegría, de creatividad… y que nos permite ser altamente perceptivos, asertivos, productivos, amorosos, compasivos, bondadosos, creativos, reflexivos.
Conclusiones sobre la respiración consciente
Fíjate lo que te aporta una buena praxis postural tanto en tu salud intestinal como en tu respiración y desde luego, si tu nivel de oxígeno en sangre es alto y su calidad excelente, tu corazón bombeara felizmente, tus pulmones se llenarán de energía y tu cerebro cantará todas las alabanzas que un poco más arriba te he explicado.
Hasta aquí, cómo incide la postura de 90 grados en la salud de nuestro diafragma y éste en una respiración consciente que nos permite disfrutar de un mayor bienestar físico y de una buena salud en general.
Y ahora que ya sabes todo esto, no tienes excusa para tomar una decisión y comenzar a oxigenar bien tu cerebro
¿Qué cómo lo puedes hacer? Ponte en contacto conmigo y te cuento cómo.
Feliz día y felices respiraciones..y recuerda #RespiraEn90º para oxigenar tus decisiones.